Articulaciones y musculos de los periquitos
Articulaciones y músculos esqueléticos:
La musculatura de los periquitos poseen una mayor densidad de miocitos y menos
tejido conectivo que la de los mamíferos. La grasa intramuscular es más escasa y el
color del músculo depende de la región corporal y la especie. En aves voladoras la
musculatura pectoral es muy roja, indicativo del gran número de fibras musculares ricas
en mioglobina (metabolismo aerobio oxidativo), mientras que en las aves que han
perdido la facultad de volar, dicha musculatura es pálida, debido al predominio de fibras
musculares blancas glicolíticas (metabolismo anaerobio).
Interesa destacar los músculos implicados en el vuelo. Se trata de los músculos
pectorales, integrantes de la pieza cárnica conocida vulgarmente como “pechuga”.
Generalmente se describen un m. pectoral superficial y un m. pectoral profundo,
también referidos como músculos pectoral torácico y supracoracoideo, respectivamente.
El pectoral superficial se origina en la mayor parte de la superficie de la quilla esternal,
clavícula y membrana esternocoracoclavicular y se inserta en el húmero, en su extremo
proximal (cresta pectoral). Actúa como músculo depresor del ala durante el vuelo. El m.
pectoral profundo se origina en parte de la quilla esternal cubierto por el anterior;
desarrolla un tendón que pasa a través del canal trióseo para insertarse en la superficie
dorsal del extremo proximal del húmero. Actúa como elevador del ala durante el vuelo.
Dicho tendón puede romperse por un traumatismo (choque contra una ventana, por
ejemplo) y entonces es característico observar que el ave no puede levantar el ala. En
este caso es importante proceder a la reparación del tendón, ya que un vendaje del ala
afectada conduciría a la formación de un callo óseo en el canal que acabaría con la
función del mismo. La musculatura pectoral debe ser siempre explorada ya que indica el
estado nutricional del ave y puede ser usada para la aplicación de inyecciones
intramusculares. Se recomienda introducir la aguja en la parte caudal del músculo
pectoral superficial, ya que la craneal presenta un mayor aporte sanguíneo y existe
riesgo de introducir las sustancias en el torrente sanguíneo.
De entre los músculos propios de ala, destacar la descripción del m. extensor
carporradial. Originado en el epicóndilo medial del húmero, su corto tendón de
inserción se extiende sobre la superficie craneal de la articulación del carpo para
terminar en la apófisis extensora del carpometacarpo. Este tendón puede seccionarse en
una de las alas para impedir el vuelo, ya que de este modo se limita la extensión de ala.
En el miembro torácico, además de los músculos, conviene resaltar la presencia del
propatagio. Se trata de un pliegue triangular de piel en la parte craneal del ala extendido
entre las articulaciones del hombro y el carpo. Su borde craneal está recorrido por el
ligamento propatagial elástico. Para impedir el vuelo, a veces se recurre a una sección
triangular de este pliegue. También es utilizado para colocar las grapas que fijan anillas
marcadoras en las anátidas
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